Luego de las críticas de la jueza María Servini, la Ciudad adelantó que habrá de «reconfigurar el sistema de votación» para las elecciones de octubre.
El gobierno porteño admitió este viernes que habrá que «reconfigurar el sistema de votación» para las elecciones de jefe de Gobierno y otros cargos locales previstas para octubre, después de los múltiples contratiempos registrados en los comicios del pasado 13 de agosto.
Quedando prácticamente descartado el uso de la Boleta Única Electrónica que tantos problemas causó a los votantes el domingo pasado, lo más probable es que se resuelva —en el marco de la elección concurrente— que el 22 de octubre se vote tanto cargos nacionales como locales con boletas de papel.
«La decisión de la jueza federal con competencia electoral María Servini de dejar sin efecto el acuerdo con el Tribunal Electoral de la Ciudad torna abstracto el debate sobre la utilización de la Boleta Única Electrónica (BUE) en las próximas elecciones», admitió en un comunicado el Instituto de Gestión Electoral de la Ciudad de Buenos Aires (IGE)
El IGE ratificó además su «vocación de trabajar junto a las autoridades judiciales para reconfigurar el sistema de votación para elegir Jefe/a de Gobierno, legisladores/as y miembros de las Juntas Comunales el próximo 22 de octubre».
De todos modos, la autoridad electoral porteña sostuvo que «la BUE es un instrumento válido y ha mostrado sobrados beneficios en las elecciones PASO del 13 de agosto, pero luego de la decisión de la Justicia se encuentra abocado junto a las autoridades judiciales al diseño de un nuevo sistema».
Qué pasó en la Ciudad el domingo de las PASO
En efecto, las críticas formuladas por la jueza María Servini se produjeron durante la jornada del domingo en que se desarrollaron las PASO, debido a las demoras e inconvenientes que sufrieron los electores al votar con la Boleta Única Electrónica (BUE) para las autoridades de la Ciudad.
Y así lo reconoció el IGE, al señalar que «las demoras que se registraron el 13 de agosto en algunos casos fueron consecuencia de las dificultades que planteó la concurrencia con dos instrumentos, en otros por las demoras en las aperturas de las mesas, el alto ausentismo de autoridades de mesa y la no aplicación del sistema de voto simultáneo que se había aprobado para la ocasión», justificaron.
El IGE informó, sin embargo, que detectó «fallas en 251 máquinas de votación de la BUE, de las cuales 166 se repararon en el momento y otras 85 tuvieron que reemplazarse, tarea que no demandó más de 5 minutos en cada caso».
«Esos casos representan menos del 2% de las más de 14.000 máquinas destinadas al operativo de la jornada electoral, por lo que no puede atribuirse a ello las dificultades registradas», agregó el organismo en el comunicado.