El «Xeneize» quedó a las puertas de conseguir la «séptima», pero cayó 2-1 con el «Flu» que sumó así su primera estrella.
En un escenario mítico como el Maracaná de Río de Janeiro, Boca cayó este sábado a Fluminense de Brasil, y no pudo conquistar su ansiada séptima Copa Libertadores.
El equipo brasileño se puso en ventaja en el primer tiempo con un gol del argentino Germán Cano, máximo artillero del certamen; pero el «Xeneize» lo igualó en el complemento con un gran zurdazo de Luis Advíncula para forzar el alargue. En el cierre del primer tiempo suplementario, el ingresado John Kennedy puso el 2-1 que sería definitivo con un tanto espectacular.
El autor del gol del triunfo fue expulsado en el festejo, mientras que el colombiano Frank Fabra vio la roja por una agresión que fue revisada en el VAR por el árbitro Wilmar Roldán, de floja actuación. El árbitro generó controversias por una posible expulsión a Nicolás Valentini en el primer tiempo y un penal que reclamó el «Flu» en el complemento.
Sin demasiadas diferencias, el equipo local fue más en la primera etapa, en la que logró diferencias recién en el cierre. En desventaja, el «Xeneize» mejoró en el complemento, donde logró una justa igualdad. En el final de los 90 reglamentarios, lo tuvo Fluminense pero desperdició una chance inmejorable.
Recién en el final del alargue llegó el tanto del triunfo a través del ingresado Kennedy con una volea espectacular que se clavó contra un palo. En el festejo, el delantero se metió en la tribuna para celebrarlo con los hinchas, y el árbitro entendió que se había excedido, por lo que recibió la segunda amarilla.
El «Xeneize» no logró aprovechar la ventaja numérica, ya que apenas un puñado de minutos después, antes del final de la primera parte del alargue, el que vio la roja fue Fabra por pegarle un cachetazo a Nino.
En el final del tiempo suplementario, fue el conjunto de Almirón el que intentó deforma desesperada, con más empujón que fútbol, la igualdad, pero nunca logró generar una jugada de verdadero peligro. El «Flu» tuvo el tercero de contra, pero el palo se lo negó.
Sin embargo, Boca, que había llegado a la final pasando por penales en octavos, cuartos y semis, no logró forzar esa definición y Fluminense se terminó quedando con su primera Copa Libertadores en su historia.